El Comité Central del Partido Comunista Colombiano PCC- Integrante del Polo Democrático Alternativo PDA, principal partido de la izquierda en Colombia, presenta un fraternal, unitario y combativo saludo a la reunión de la dirección Nacional polista que tiene lugar en Bogotá durante los días 4 y 5 de febrero.
SALUDO AL PLENO DE LA DIRECCIÓN NACIONAL DEL PDA
El Partido Comunista Colombiano saluda a todos los miembros de la Dirección Nacional del Polo Democrático Alternativo con motivo de su reunión regular de los días 4 y 5 de febrero.
Querido compañeros y compañeras:
Esta reunión de la Dirección Nacional del Polo es la primera después de las elecciones presidenciales del año anterior. Tiene dentro de sus objetivos, examinar los resultados y consecuencias de los procesos que culminaron con la elección de Juan Manuel Santos a la presidencia de la República, analizar las políticas y ejecutorias del actual gobierno nacional y las implicaciones que puede tener hacia el futuro en la consolidación del modelo neoliberal y neocolonial que la burguesía colombiana ha venido desarrollando en el país.
Así mismo, tiene que asumir la decisión de adelantar una clara política de oposición, que no sólo significa contradicción con el gobierno de Santos, sino que encarna la impugnación del sistema que domina y gobierna el país; es en consecuencia, la constitución del Polo como una oposición anti sistémica. El Polo enarbola su postura de oposición democrática y popular al régimen y desde luego, toma como puntos esenciales de referencia los siguientes:
1. Desenmascaramiento crítico del conjunto de medidas ejecutivas y legislativas que alcanzan los ámbitos constitucional y legal, incluidas aquellas orientadas supuestamente a reparar a las víctimas y a restituir tierras, que en realidad comportan todas las limitaciones que la mayoría parlamentaria de derecha está imponiendo. También deben mencionarse aquellas medidas que apuntan a arraigar el modelo de sobre explotación de los trabajadores, de desnacionalización y transnacionalización de la economía, de la profundización de la política del saqueo y expoliación salvaje de las riquezas minerales y ambientales del país, así como la decisión de confirmar la tendencia hacia la producción de agro combustibles, en contraposición de la indispensable producción de alimentos. Al tiempo están las mediadas que buscan elevar a rango constitucional la pretendida estabilidad fiscal por encima de los derechos fundamentales reconocidos no sólo por nuestra Constitución, sino por toda la legislación internacional que la humanidad ha construido hasta ahora. De igual forma están las normas que modifican sin cambiar el acceso al primer empleo para los jóvenes y la formalización laboral, a la vez que se restringen los presupuestos para la educación, particularmente en el caso de las universidades públicas y del desarrollo de la ciencia y la tecnología.
El gobierno ha hablado de restitución de tierras pero no de una reforma agraria integral, tal como la ha venido reclamando el país desde hace lustros.
2. La continuidad del estado de guerra interna, con la intervención militar de los Estados Unidos, que representa una grave amenaza tanto para el pueblo colombiano como para los países hermanos de América Latina. Este entremetimiento militar, bajo la forma del Plan Colombia y de la ayuda del Pentágono para la supuesta protección de los oleoductos, son un obstáculo de creciente gravedad e influencia en la búsqueda de la salida política dialogada y negociada al conflicto en procura del establecimiento de una paz democrática con justicia social.
3. Santos se deslinda a medias del continuismo respecto de la influencia paramilitar y mafiosa en espacios bajo el control del gran poder del dinero, agazapado tras la máscara de la gran empresa, del latifundismo y del emprendimiento. Bajo el encubrimiento de bandas criminales, se esconde la permanencia del narco paramilitarismo como parte constitutiva del aparato de poder que gobierna hoy el país y que incide profundamente en los procesos electorales pasados y futuros. La lucha contra la ultraderecha militarista y neofascista exige develar el rostro ambiguo de la administración Santos que mantiene en cargos de poder a personajes como el actual director del Das. Así mismo pretende, a través del director nacional de la Policía, imponer la política de seguridad democrática en las ciudades y centros urbanos sazonada con nuevas medidas represivas, empadronamientos y vigilancia estricta sobre organizaciones sociales y políticas de carácter democrático, sin que se haya producido hasta ahora una real depuración de los organismos de poder, comenzando por la propia estructura de la Policía Nacional, el Das y estructuras de las fuerzas militares, demostradamente permeadas por el narco paramilitarismo.
Unir todas las fuerzas vivas de la izquierda en torno al PDA como instrumento político de la lucha democrática
Como consecuencia de este criterio, saludamos todas las movilizaciones y marchas que se han desarrollado en este último período, particularmente aquellas que conmemoraron con presencia popular el inicio de las celebraciones del bicentenario de las luchas que llevaron a nuestra primera independencia, al propio Congreso de los Pueblos, a las marchas indígenas y a las distintas expresiones de protesta, huelguísticas o de movilización que siguen ocurriendo como expresiones de resistencia a las medias más agresivas del poder y a la sobreexplotación de los trabajadores en cada rincón del país, tanto en las ciudades como en los campos.
Al saludar estas manifestaciones populares que refrescan, revitalizan y llenan de entusiasmo la perspectiva futura de las luchas del pueblo, planteamos la necesidad del diálogo fraternal, fecundo y desprovisto de prevenciones con todas las organizaciones de izquierda, en la medida que entendemos que insurge una nueva izquierda en las movilizaciones del pueblo, de las regiones y de los procesos de discusión de base, también bajo la comprensión de que el Polo no tiene enemigos a su izquierda, por lo que la prioridad de sus aproximaciones, acuerdos y alianzas debe fijar un derrotero en torno a la búsqueda de intereses comunes para defender los intereses de las víctimas, la restitución de tierras a los desarraigados, la reclamación por verdad, justicia y reparación, el restablecimiento de los derechos de las colectividades y personas frente a la agresiva presión de la gran minería y de los megaproyectos, que golpean social y ambientalmente amplias regiones del país, atacando recursos hídricos y ambientales esenciales.
Esa unidad de acción toma en cuenta la palabra, las reivindicaciones y las necesidades de las comunidades originarias, afro colombianas, raizales y campesinas, en defensa de su derecho a la vida, al territorio, a la cultura y a la tierra a través de medidas de verdadera reforma agraria que permitan delinear una estrategia de fortalecimiento del campesinado y de todas las comunidades rurales. Un aspecto importante s la lucha que adelantan sectores agrarias por la constitución de Zonas de Reserva Campesina como herramienta en la batalla contra el latifundismo, el bloqueo del acceso a la tierra o la usurpación de la misma.
Así mismo proponemos comprometer el respaldo y acompañamiento del Polo a los damnificados y víctimas del invierno y reclamar junto con ellos para que sean los voceros y administradores directos de los recursos nacionales e internacionales que vienen en su ayuda, y no sean los gerentes del gran capital financiero quienes determinen los destinos de los dineros en connivencia con los politiqueros de la unidad nacional que están aprovechando a sus anchas esta dramática situación.
En el perfil de las luchas populares y de las movilizaciones de los últimos meses, el Polo Democrático Alternativo debe asumir un papel activo y propositivo en las iniciativas para avanzar en los cuerdos humanitarios y en la búsqueda de una solución política negociada al conflicto armado interno, sobre la base del nuevo ambiente que se ha creado en el escenario latinoamericano, en Unasur y en el respaldo de los países vecinos, a objeto de desarrollar una pedagogía desde la izquierda en función de la necesidad de una paz democrática, en la línea de que no pueden existir sustitutos a la negociación política. En ese sentido el Polo se opone radicalmente a la solución militar que el imperialismo y su aliado Santos continúan desarrollando, mientras no exista una política de paz del Estado colombiano.
Enfrentar la contraofensiva de la derecha contra el Polo
La respuesta a la arremetida de la derecha es el fortalecimiento de la unidad en la movilización social y de masas y en el desarrollo de la campaña con miras a las elecciones locales del 30 de octubre del presente año.
La Dirección Nacional debe fijar los criterios para que el Polo presente listas propias en todo el país y para que las alianzas aíslen toda vinculación con el narcoparamilitarismo pero que permitan ampliar el horizonte político del Polo. En los casos en que sea posible, adelantar acuerdos y alianzas que permitan fortalecer la concepción de unidad que encarna el Polo. Por lo tanto estamos a favor de todas las acciones que apunten hacia el aprovechamiento de la campaña electoral para confrontar el divisionismo y la dispersión con que el enemigo quiere golpear al PDA y que promuevan y desarrollen las plataformas, iniciativas y tareas que contribuyan a mejorar y acrecer la base social popular, tanto en las grandes ciudades como en el campo.
Consideramos importante que la actividad del Polo en su sentido más integral, se enfoque a reforzar los valores que representa la unidad, comenzando por el respaldo a su Dirección Nacional y a su Comité Ejecutivo, bajo el respeto a las normas para la discusión amplia, descartando el recurso mediático que en definitiva está empeñado en hostigar al Polo y destruir su imagen. Debemos trabajar en la dirección de una Conferencia Ideológica que posibilite evacuar temas que normalmente no pueden discutirse en el marco de las tareas cotidianas. Somos partidarios de que el Polo afronte el debate estratégico sobre las perspectivas de la unidad y el poder popular, en el desarrollo de su perspectiva hacia el futuro y en su política de consolidar la unidad de las mayorías del pueblo.
Ningún tema está vetado para ser analizado o debatido. LA experiencia de gobierno del Polo tanto en Bogotá como en Nariño y en escenarios más reducidos, tiene que ser sometida al escrutinio del conjunto de los integrantes de la organización. Hemos expresado, especialmente a través del debate con altura, nuestra crítica a las prácticas de gobierno que hacen concesiones a los vicios de los partidos tradicionales, como al clientelismo y a la confusión de la política con los escenarios de los negocios privados; nuestro rechazo a las privatizaciones de entidades públicas y nuestra convicción de que la izquierda colombiana cuenta afortunadamente con numerosísimos cuadros técnicos, científicos, académicos y de la cultura del más alto nivel que pueden ejercer cargos de alta responsabilidad de cualquier nivel en el Estado nacional o local, con total honestidad y solvencia.
En relación con Bogotá, que es el objetivo principal de la contraofensiva de la derecha especialmente mediática y de los ejercicios desde el autoritarismo del poder, pensamos que el Polo debe mantenerse en la meta de conservar el gobierno de la ciudad y de profundizar su influencia popular ene l marco de un debate, de una rendición de cuentas y de una campaña, que permita escuchar las opiniones de la base y presentar los argumentos en torno a sus logros y realizaciones, como también respecto de los correctivos que sean necesarios para cumplir cabalmente con los designios aprobados en los Congresos de la organización y por el querer y el sentimiento de los ciudadanos y ciudadanas que confían en él.
Auguramos los mayores éxitos y los mejores resultados de esta reunión. Miramos con optimismo el futuro y las posibilidades inmensas que tiene el Polo Democrático Alternativo como proceso de unidad de las fuerzas de la izquierda y de los procesos populares, para continuar desarrollándose como el eje de un gran proyecto democrático y popular, como alternativa a la crisis global del capitalismo, en el contexto de la unidad y la integración de América Latina y el Caribe.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
INTEGRANTE DEL PDA
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