Día Mundial de Acción Sobre el Gasto Militar. Según el Instituto Internacional para la Investigación de la Paz de Estocolmo (SIPRI), los gobiernos de todo el mundo gastaron unos 1,6 billones de dólares en operaciones militares, armas, investigación y ayuda militar durante 2010. ¿Tú qué harías con este dinero? Con esta pregunta que invita a la reflexión, las ONG pretenden fortalecer el debate sobre maneras alternativas de ceder y redistribuir el gasto militar en los días que preceden al Día Mundial de Acción Sobre el Gasto Militar (GDAMS)
Un año de gasto militar en los niveles actuales equivale al presupuesto medio de las Naciones Unidas durante 700 años” ha dicho Ray Acheson, Director de Proyectos de Reaching Critical Will. O, tal y como ha subrayado en una reunión de organizaciones religiosas y de desarme mantenida esta semana en Nueva York, se podría utilizar para financiar la nueva agencia de la ONU para la mujer durante 2.928 años. También es una cantidad suficiente para pagar 24 años de la ayuda exterior requerida para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU (ODM) para el año 2015.
Estas cifras muestran una tendencia a la alta desde el año 2000. Se ha visto un incremento del 49% en el gasto militar mundial: un desarrollo que apenas se ha visto afectado por la crisis económica de estos años. “Dos terceras partes de los países, de los cuales se poseía información a través de SIPRI, han aumentado su gasto militar durante la crisis económica” dice Acheson.
La creencia de que las armas aumentan la seguridad es engañosa, pues según dijo Hiro Sakarai de Soka Gokkai International, “de hecho, las armas aumentan la sensación de miedo y amenaza e invitan a aumentar la tensión y los problemas que a su vez promueven un círculo de violencia”.
Los esfuerzos en el ámbito del desarme y seguridad deben centrarse en la idea de la seguridad humana y que trata, además del tema de la integridad física, temas como la salud, la seguridad alimentaria, la educación y los derechos económicos.
Echando un vistazo a la comunidad islámica y sus experiencias, Ibrahim Ramey, del Templo de Entendimiento y la Sociedad Musulmana de América, ha comentado que en el Islam “todavía no existe una plataforma para este tipo de diálogo sobre la desmilitarización mundial que haya llegado a una especie de masa crítica, aún no se ha solidificado”. La militarización también es un problema en los países musulmanes tal y como muestra el Índice de Militarización Mundial (GMI) publicado por el Centro Internacional de Bonn para la Conversión (BICC) y que califica a varios países de Medio Oriente y el Norte de África como altamente militarizados.
Ramey ve necesario un movimiento mundial que rete al gasto militar y busque una alternativa para sus usos. “Un movimiento que aumente el grado de liderazgo de las mujeres al frente”. Para buscar más visibilidad y movilizar a más gente en el mundo, organizaciones de la sociedad civil se han aliado y están organizando el Día Mundial de Acción Sobre el Gasto Militar para el 12 de abril.
Prensa Colectivo/r
Un año de gasto militar en los niveles actuales equivale al presupuesto medio de las Naciones Unidas durante 700 años” ha dicho Ray Acheson, Director de Proyectos de Reaching Critical Will. O, tal y como ha subrayado en una reunión de organizaciones religiosas y de desarme mantenida esta semana en Nueva York, se podría utilizar para financiar la nueva agencia de la ONU para la mujer durante 2.928 años. También es una cantidad suficiente para pagar 24 años de la ayuda exterior requerida para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU (ODM) para el año 2015.
Estas cifras muestran una tendencia a la alta desde el año 2000. Se ha visto un incremento del 49% en el gasto militar mundial: un desarrollo que apenas se ha visto afectado por la crisis económica de estos años. “Dos terceras partes de los países, de los cuales se poseía información a través de SIPRI, han aumentado su gasto militar durante la crisis económica” dice Acheson.
La creencia de que las armas aumentan la seguridad es engañosa, pues según dijo Hiro Sakarai de Soka Gokkai International, “de hecho, las armas aumentan la sensación de miedo y amenaza e invitan a aumentar la tensión y los problemas que a su vez promueven un círculo de violencia”.
Los esfuerzos en el ámbito del desarme y seguridad deben centrarse en la idea de la seguridad humana y que trata, además del tema de la integridad física, temas como la salud, la seguridad alimentaria, la educación y los derechos económicos.
Echando un vistazo a la comunidad islámica y sus experiencias, Ibrahim Ramey, del Templo de Entendimiento y la Sociedad Musulmana de América, ha comentado que en el Islam “todavía no existe una plataforma para este tipo de diálogo sobre la desmilitarización mundial que haya llegado a una especie de masa crítica, aún no se ha solidificado”. La militarización también es un problema en los países musulmanes tal y como muestra el Índice de Militarización Mundial (GMI) publicado por el Centro Internacional de Bonn para la Conversión (BICC) y que califica a varios países de Medio Oriente y el Norte de África como altamente militarizados.
Ramey ve necesario un movimiento mundial que rete al gasto militar y busque una alternativa para sus usos. “Un movimiento que aumente el grado de liderazgo de las mujeres al frente”. Para buscar más visibilidad y movilizar a más gente en el mundo, organizaciones de la sociedad civil se han aliado y están organizando el Día Mundial de Acción Sobre el Gasto Militar para el 12 de abril.
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