Intensos bombardeos de la OTAN en Libia |
Trípoli.- (PL) Apoyada por una noche de intensos bombardeos de la OTAN, la rebelión libia arreció hoy sus acciones armadas para intentar avanzar de Ajdabiya a Brega, luego de rechazar una iniciativa mediadora de la Unión Africana (UA).
Reitera Rusia llamado a salida diplomática de crisis libia
La televisión estatal de Libia reportó nuevos ataques aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre posiciones civiles y militares en Misratah, la tercera ciudad del país y escenario de la mayor sublevación en la región oeste.
Tras calificarlos de "agresores cruzados y coloniales" (en alusión a tiempos medievales), el canal Al-Jamahiriya destacó que esos bombardeos también se sintieron en las últimas horas sobre sitios residenciales y del Ejército en el distrito de Al Jufrah (centro) y Ajdabiya (este).
Ajdabiya es considerada puerta de acceso al principal bastión rebelde en la ciudad este de Benghazi, la segunda de Libia y sede del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT), y fue retomada por los insurrectos el domingo gracias a los misiles disparados por la OTAN.
Los irregulares indicaron que limpiaron ayer las afueras de la ciudad y la carretera hacia Brega de cadáveres carbonizados y los restos de vehículos artillados destruidos a los gubernamentales.
Un representante del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) describió como preocupante y dramática la situación humanitaria para la población civil en aquella zona, y anunció que su personal se desplegó allí para entregar hospitales móviles, alimentos y medicinas.
Igualmente, el CICR anunció en comparecencia ante las autoridades de Trípoli que sus socorristas visitaron a soldados gubernamentales capturados por los alzados, y que abrirá una oficina aquí que trabajará apegada a su condición "neutral, imparcial e independiente".
Ante el anuncio de que el CICR enviará un equipo a Misratah para asistir a civiles atrapados en el conflicto, el ministro de Asuntos Sociales, Ibrahim Zarouk, alertó que algunas operaciones de ayuda han sido usadas como cobertura para llevar suministros a la rebelión.
"Si la ayuda humanitaria es traída mediante organizaciones especializadas en ese tipo de trabajo, será bienvenida, pero si viene con un rostro militar, no la aceptaremos, eso es básicamente una declaración de guerra y llevaría a un conflicto mayor", apuntó Zarouk.
Pese a acusar a El Gadafi de sitiar Misratah durante seis semanas, los insurrectos que combaten allí avalaron el rechazo del CNT a un plan de armisticio presentado ayer en Benghazi por una delegación de presidentes de países de la Unión Africana.
La UA propuso un alto el fuego, abrir corredores humanitarios y diálogo incluyente para propiciar una transición que tomara en cuenta la voluntad de los libios, pero la oposición lo consideró "obsoleto" y exigió la renuncia de El Gadafi y su salida del país junto a sus hijos.
Saif Al-Islam, hijo del líder, desestimó la pretensión del CNT y aseguró que en el Gobierno "deseamos sangre nueva para el futuro de Libia, pero hablar de salida (de su padre) es verdaderamente ridículo".
En entrevista con un canal francés, reproducida aquí, Saif señaló que "si Occidente desea democracia, nueva Constitución, elecciones, aceptamos en ese punto, pero debe ayudarnos a crear un clima propicio, y los bombardeos y la ayuda a los rebeldes son contraproducentes".
La televisión estatal de Libia reportó nuevos ataques aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre posiciones civiles y militares en Misratah, la tercera ciudad del país y escenario de la mayor sublevación en la región oeste.
Tras calificarlos de "agresores cruzados y coloniales" (en alusión a tiempos medievales), el canal Al-Jamahiriya destacó que esos bombardeos también se sintieron en las últimas horas sobre sitios residenciales y del Ejército en el distrito de Al Jufrah (centro) y Ajdabiya (este).
Ajdabiya es considerada puerta de acceso al principal bastión rebelde en la ciudad este de Benghazi, la segunda de Libia y sede del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT), y fue retomada por los insurrectos el domingo gracias a los misiles disparados por la OTAN.
Los irregulares indicaron que limpiaron ayer las afueras de la ciudad y la carretera hacia Brega de cadáveres carbonizados y los restos de vehículos artillados destruidos a los gubernamentales.
Un representante del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) describió como preocupante y dramática la situación humanitaria para la población civil en aquella zona, y anunció que su personal se desplegó allí para entregar hospitales móviles, alimentos y medicinas.
Igualmente, el CICR anunció en comparecencia ante las autoridades de Trípoli que sus socorristas visitaron a soldados gubernamentales capturados por los alzados, y que abrirá una oficina aquí que trabajará apegada a su condición "neutral, imparcial e independiente".
Ante el anuncio de que el CICR enviará un equipo a Misratah para asistir a civiles atrapados en el conflicto, el ministro de Asuntos Sociales, Ibrahim Zarouk, alertó que algunas operaciones de ayuda han sido usadas como cobertura para llevar suministros a la rebelión.
"Si la ayuda humanitaria es traída mediante organizaciones especializadas en ese tipo de trabajo, será bienvenida, pero si viene con un rostro militar, no la aceptaremos, eso es básicamente una declaración de guerra y llevaría a un conflicto mayor", apuntó Zarouk.
Pese a acusar a El Gadafi de sitiar Misratah durante seis semanas, los insurrectos que combaten allí avalaron el rechazo del CNT a un plan de armisticio presentado ayer en Benghazi por una delegación de presidentes de países de la Unión Africana.
La UA propuso un alto el fuego, abrir corredores humanitarios y diálogo incluyente para propiciar una transición que tomara en cuenta la voluntad de los libios, pero la oposición lo consideró "obsoleto" y exigió la renuncia de El Gadafi y su salida del país junto a sus hijos.
Saif Al-Islam, hijo del líder, desestimó la pretensión del CNT y aseguró que en el Gobierno "deseamos sangre nueva para el futuro de Libia, pero hablar de salida (de su padre) es verdaderamente ridículo".
En entrevista con un canal francés, reproducida aquí, Saif señaló que "si Occidente desea democracia, nueva Constitución, elecciones, aceptamos en ese punto, pero debe ayudarnos a crear un clima propicio, y los bombardeos y la ayuda a los rebeldes son contraproducentes".
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