Gabriel Becerra Y .- Coordinación Distrital PDA |
Por: Gabriel Becerra Y.- Coordinación Distrital PDA
El próximo domingo 10 de abril, entre las 9.00 a.m. y las 4.00 p.m. se realizarán en las veinte localidades de la ciudad, las asambleas de afiliados y afiliadas al Polo que definirán democráticamente la máxima autoridad de la organización en cada territorio. Ellas representan en Bogotá lo que en ciertos países denominan las internas del Partido.
Al respecto y más allá de reiterar la invitación formal para que participen la mayor cantidad de ciudadanos mayores de 14 años identificados con el PDA, es pertinente señalar algunos aspectos relevantes sobre su significado, teniendo en cuenta el contexto de lucha política e ideológica, externa e interna, en el que se han convocado.
1. Las Asambleas serán una expresión de la presencia del PDA en la base social de la ciudad. Algo que inclusive ciertos dirigentes o no perciben o desconocen agobiados por la campaña sucia de la derecha. No habrá duda que el PDA como herramienta política de la izquierda y en medio de la más feroz campaña por dividirlo y acabarlo sigue representando un espacio necesario con el cual miles de liderazgos populares en la principal ciudad del país están identificados. Ante la unanimidad que quiere imponer la derecha y los oportunismos de todo tipo que buscan como acomodarse a las circunstancias, el lugar de la oposición y la izquierda consecuente sigue estando en el PDA como proceso en construcción.
2. Las asambleas conformaran y darán legitimidad a equipos amplios y plurales de dirección local. En consecuencia, abren una nueva etapa para la reorganización del Polo y la unidad de la izquierda en la ciudad, partiendo desde abajo, reconociendo la diversidad del mismo y favoreciendo un nuevo momento para aprender de la experiencia transcurrida y promover los correctivos necesarios. Debemos apostar a que estos nuevos equipos se nutran de su diversidad y contacto con la Bogotá popular, y construyan en el marco de su autonomía métodos de trabajo capaz de interpretar, educar y movilizar a los ciudadanos en la defensa de las conquistas sociales y la lucha contra los planes de la derecha.
3. Las asambleas inician en firme la campaña electoral del PDA. No solo porque las coordinadoras elegidas decidirán, independientemente del mecanismo, los integrantes de las listas oficiales a las Juntas Administradoras Locales, y una semana después, el sábado 16 de abril, la Coordinadora Distrital decidirá lo correspondiente a la lista al Concejo y a la Alcaldía Mayor. Si no que también empezará un momento decisivo en cuanto a la estrategia y los objetivos electorales del PDA para Bogotá, que deben ser capaz de combatir la campaña negativa que se encuentra en marcha.
Que no quede duda. En Bogotá la última palabra en la disputa por el poder político no está dicha todavía. En el pueblo de la ciudad persisten factores y sectores amplios con los cuales es posible fortalecer una opción democrática.
Como indica la experiencia latinoamericana, una opción de izquierda no se valora simplemente porque gana o pierde elecciones en una coyuntura, lo que no quiere decir que no sean importantes, o porque emergen inconsecuencias en sus experiencias de gobierno o deserciones de caudillos megalómanos; sino ante todo, un proyecto de izquierda tiene futuro si es capaz de persistir en sus ideales más allá de los ataques que reciba y sabe sobreponerse a las dificultades. De eso es de lo que se trata.
El próximo domingo 10 de abril, entre las 9.00 a.m. y las 4.00 p.m. se realizarán en las veinte localidades de la ciudad, las asambleas de afiliados y afiliadas al Polo que definirán democráticamente la máxima autoridad de la organización en cada territorio. Ellas representan en Bogotá lo que en ciertos países denominan las internas del Partido.
Al respecto y más allá de reiterar la invitación formal para que participen la mayor cantidad de ciudadanos mayores de 14 años identificados con el PDA, es pertinente señalar algunos aspectos relevantes sobre su significado, teniendo en cuenta el contexto de lucha política e ideológica, externa e interna, en el que se han convocado.
1. Las Asambleas serán una expresión de la presencia del PDA en la base social de la ciudad. Algo que inclusive ciertos dirigentes o no perciben o desconocen agobiados por la campaña sucia de la derecha. No habrá duda que el PDA como herramienta política de la izquierda y en medio de la más feroz campaña por dividirlo y acabarlo sigue representando un espacio necesario con el cual miles de liderazgos populares en la principal ciudad del país están identificados. Ante la unanimidad que quiere imponer la derecha y los oportunismos de todo tipo que buscan como acomodarse a las circunstancias, el lugar de la oposición y la izquierda consecuente sigue estando en el PDA como proceso en construcción.
2. Las asambleas conformaran y darán legitimidad a equipos amplios y plurales de dirección local. En consecuencia, abren una nueva etapa para la reorganización del Polo y la unidad de la izquierda en la ciudad, partiendo desde abajo, reconociendo la diversidad del mismo y favoreciendo un nuevo momento para aprender de la experiencia transcurrida y promover los correctivos necesarios. Debemos apostar a que estos nuevos equipos se nutran de su diversidad y contacto con la Bogotá popular, y construyan en el marco de su autonomía métodos de trabajo capaz de interpretar, educar y movilizar a los ciudadanos en la defensa de las conquistas sociales y la lucha contra los planes de la derecha.
3. Las asambleas inician en firme la campaña electoral del PDA. No solo porque las coordinadoras elegidas decidirán, independientemente del mecanismo, los integrantes de las listas oficiales a las Juntas Administradoras Locales, y una semana después, el sábado 16 de abril, la Coordinadora Distrital decidirá lo correspondiente a la lista al Concejo y a la Alcaldía Mayor. Si no que también empezará un momento decisivo en cuanto a la estrategia y los objetivos electorales del PDA para Bogotá, que deben ser capaz de combatir la campaña negativa que se encuentra en marcha.
Que no quede duda. En Bogotá la última palabra en la disputa por el poder político no está dicha todavía. En el pueblo de la ciudad persisten factores y sectores amplios con los cuales es posible fortalecer una opción democrática.
Como indica la experiencia latinoamericana, una opción de izquierda no se valora simplemente porque gana o pierde elecciones en una coyuntura, lo que no quiere decir que no sean importantes, o porque emergen inconsecuencias en sus experiencias de gobierno o deserciones de caudillos megalómanos; sino ante todo, un proyecto de izquierda tiene futuro si es capaz de persistir en sus ideales más allá de los ataques que reciba y sabe sobreponerse a las dificultades. De eso es de lo que se trata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario