Nuestro más caluroso saludo en esta fecha histórica a todas las mujeres del mundo, especialmente a todas aquellas que soportan duras condiciones de vida en razón de la injusticia y la persecución, pero que con su tesón, su esfuerzo y su profundo sentido humanitario construyen hombro a hombro un mundo mejor.
A pesar de los discursos oficiales y de las buenas intenciones de palabra que en esta fecha suelen expresarse, Colombia sigue atestiguando los múltiples vejámenes y discriminaciones de que son objeto las mujeres: desconocidos sus derechos laborales, en tanto siguen siendo discriminadas salarialmente e incluso violentado su derecho a la maternidad; aplastados sus más esenciales derechos a la vida y a la dignidad, por cuanto son ellas objetivo de las más perversas agresiones proferidas por organizaciones armadas oficiales y para oficiales, como lo demuestran las más recientes denuncias acerca de los constantes atentados contra su intimidad y su integridad; mercantilizadas a través de la trata de personas, siendo las mujeres objeto principal de esta criminal conducta; miles de ellas condenadas a una lucha solitaria y desigual como madres cabeza de familia, consecuencia del estado de guerra permanente en que está sumido el país, o de la insensibilidad y el desdén con que muchos hombres ven a la mujer.
En fin, son muchos los elementos que indican que en pleno siglo XXI la condición de la mujer, a pesar de sus avances producto de las luchas valerosas adelantadas por generaciones sucesivas de mujeres y hombres concientes de tal situación, sigue mostrando atraso respecto de la de sus congéneres masculinos.
Por ello, el Partido Comunista Colombiano renueva su llamado a defender con vehemencia los derechos fundamentales de mujeres y hombres para construir un escenario de igualdad y de pleno respeto a la dignidad y la integridad humanas, en un escenario de lucha común de hombres y mujeres por la total y definitiva emancipación.
Renovamos nuestro compromiso indeclinable de continuar en la batalla por la defensa de todas las víctimas de la desigualdad.
A pesar de los discursos oficiales y de las buenas intenciones de palabra que en esta fecha suelen expresarse, Colombia sigue atestiguando los múltiples vejámenes y discriminaciones de que son objeto las mujeres: desconocidos sus derechos laborales, en tanto siguen siendo discriminadas salarialmente e incluso violentado su derecho a la maternidad; aplastados sus más esenciales derechos a la vida y a la dignidad, por cuanto son ellas objetivo de las más perversas agresiones proferidas por organizaciones armadas oficiales y para oficiales, como lo demuestran las más recientes denuncias acerca de los constantes atentados contra su intimidad y su integridad; mercantilizadas a través de la trata de personas, siendo las mujeres objeto principal de esta criminal conducta; miles de ellas condenadas a una lucha solitaria y desigual como madres cabeza de familia, consecuencia del estado de guerra permanente en que está sumido el país, o de la insensibilidad y el desdén con que muchos hombres ven a la mujer.
En fin, son muchos los elementos que indican que en pleno siglo XXI la condición de la mujer, a pesar de sus avances producto de las luchas valerosas adelantadas por generaciones sucesivas de mujeres y hombres concientes de tal situación, sigue mostrando atraso respecto de la de sus congéneres masculinos.
Por ello, el Partido Comunista Colombiano renueva su llamado a defender con vehemencia los derechos fundamentales de mujeres y hombres para construir un escenario de igualdad y de pleno respeto a la dignidad y la integridad humanas, en un escenario de lucha común de hombres y mujeres por la total y definitiva emancipación.
Renovamos nuestro compromiso indeclinable de continuar en la batalla por la defensa de todas las víctimas de la desigualdad.
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