Bogotá D.C., 21 de junio de 2012
Compañeros
Poder y Unidad Popular, PUP
Ciudad.
Con mi cordial saludo.
Expresan ustedes su preocupación por un comunicado de la Comisión nacional sindical del PCC a raíz del nombramiento del compañero Domingo Tovar como presidente de la CUT. Ese documento expresa de manera clara el desacuerdo del PCC con la actuación de dicho compañero al romper los acuerdos trabajados colectivamente con la participación activa y comprometida de ustedes. Afirman que esa fue una decisión de su organización, lo que hace aún más grave y lleno de consecuencias el paso dado por ustedes en cuanto a la dirección de la principal estructura del movimiento sindical colombiano. Por razones de principio ningún sector consecuente puede guardar silencio y aceptar sumisamente una decisión unilateral tan inconveniente para la lucha de los trabajadores.
La clase obrera colombiana hace rato alcanzó su mayoría de edad. Coincidimos en que hay que descartar el sectarismo y el dogmatismo en la metodología y la orientación de las luchas populares. Pensamos, sin embargo, que la batalla principal del momento es contra todas las formas del oportunismo que se ha ido convirtiendo en carta de presentación y en modelo de actuación impuesto desde las alturas del poder del Estado.
Creemos sinceramente que es difícil avanzar en el propósito de fortalecer la CUT, concitar nuevos niveles de la unidad de acción sindical y popular sin una discusión abierta, franca, respetuosa y fraterna sobre la actual situación nacional, la política de los sectores dominantes hacia los trabajadores, el impacto de la guerra y la represión sobre los movimientos laborales y sociales, los señuelos con que escamotea el poder las conquistas laborales alcanzadas en duras luchas, así como la calidad y fuerza de las respuestas planteadas y plasmadas desde el sindicalismo.
La búsqueda de la unidad y la sana discusión en el campo popular implican aclarar las conductas polémicas o erradas. Eso no debe considerarse una afrenta o una ofensa. Su sentido es despejar dudas y poner, en negro sobre blanco, las posiciones de unos y otros sobre determinados aspectos. Sin ello también se torna difícil avanzar con plena claridad en las decisivas tareas del movimiento sindical. En lugar de condicionar el diálogo bilateral a la rectificación de una opinión, proponemos trabajar conjuntamente una agenda que permita identificar las diferencias y los puntos comunes, así como la voluntad y los pasos para contribuir a superar la actual crisis del sindicalismo.
Fraternalmente,
Jaime Caycedo Turriago
Secretario General
Partido Comunista Colombiano
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