En exclusiva de la F.m la denuncia que está siendo analizada por la Fiscalía General de la Nación.
LA F.m. conoció en exclusiva la denuncia que está siendo analizada por la Fiscalía General de la Nación.
Aquí están los documentos.
La Fiscalía tiene en su poder una gravísima
denuncia hecha por oficiales y suboficiales activos de la Armada
Nacional. En ella los uniformados detallan como funciona una mafia dentro de la institución que estaría utilizando el presupuesto en vuelos fantasmas, que se facturan falsamente porque nunca se hacen.
Los investigadores detectaron un contrato específico realizado por el
comando de la Infantería de Marina, con la empresa Aer Caribe. En él
se destinaban 2.616 millones de pesos distribuidos en 74 vuelos.
Cuando la propia Aeronáutica Civil indagó y certificó la realización de dichos vuelos, encontró que solo 14 de los 74 vuelos se realizaron
Los denunciantes acudieron a la Fiscalía, a la Procuraduría y a la Contraloría, porque aseguran que internamente nunca se tomaron medidas ante sus denuncias, pero si recibieron serias amenazas.
Esta es la escandalosa historia de la plata pérdida en un contrato
de aviación de la Infantería de Marina con una empresa privada.
La historia comenzó en junio del año pasado cuando el sargento
viceprimero de Infantería de Marina, Dayron Castel González, ejecutivo
de contratos de la Armada, detectó que habrían serias inconsistencias en el contrato número 22 del 2011, suscrito con la compañía Aer Caribe, en junio del 2011.
Según consta en documentos, en poder de LA F.m., el contrato suscrito por un valor de 2.616 millones de pesos, tenía como objeto el transporte de personal de Infantes de Marina hacia las unidades de destino. La empresa se comprometía a prestar el servicio de 74 vuelos chárter, durante el 2011, en aviones tipo Antonov n-26 y n-32, con capacidad de transportar hasta 50 pasajeros.
Lo que encontró el sargento Castell, según las denuncias fue lo siguiente:
Revisando la facturación de la empresa Aer Caribe se mostraba
"escueta y poco especifica, no detallaba en precisión la realización de
los vuelos y los montos facturados eran exagerados.
El sargento notificó a su jefe, el capitán de corbeta Diego Herrera Mariño,
comandante de apoyo logístico de Infantería, para verificar con la
Aeronáutica Civil, si los vuelos que se habían facturado y pagado por el
estado, si correspondían a la realidad.
Después de cuatro meses de investigación, el departamento de
navegación aérea, de la Aeronáutica Civil, según oficio número
4.100.106.1, del 29 de noviembre del 2012, certificó que de la lista de
74 vuelos facturados por la empresa Air Caribe, solo 14 se habían registrado, es decir, el resto 60 vuelos no se habrían realizado, según los registros oficiales.
El oficio de la Aeronáutica dice lo siguiente: " con el personal
técnico y experto en el área, se consulto a nivel nacional la base de
datos del sistema alpista controlado por la Aeronáutica Civil, tomando
como periodo de referencia por grupos de fechas consultadas un margen de
tres días antes y tres días después de la fecha solicitada, inclusive, y
en otros casos un margen hasta de 10 días. Analizada la información
mediante cruce de fecha, vuelo solicitados, y la información de la base
de datos históricos del sistema alpista, se concluye que aquellos vuelos
que no figura en el sistema se distinguen por la sigla nfs (no figuran
en el sistema) e igualmente aquellos que si figuran en el sistema se
distinguen con la sigla sfs"...
En la tabla que entregó la Aeronáutica, tan solo frente a 14 vuelos, apareció la sigla si figuran en el sistema.
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