Por: Niko Schvarz
Después de las formidables concentraciones en la Place de la Bastille de París y en el Capitole de Toulouse, el Frente de Izquierda con Jean-Luc Mélenchon alcanzó otro notable éxito, el sábado 14, en la Playa del Prado de Marsella, con una concurrencia de 120 mil personas. Hemos visto los videos, son conmovedores.
Después de las formidables concentraciones en la Place de la Bastille de París y en el Capitole de Toulouse, el Frente de Izquierda con Jean-Luc Mélenchon alcanzó otro notable éxito, el sábado 14, en la Playa del Prado de Marsella, con una concurrencia de 120 mil personas. Hemos visto los videos, son conmovedores.
Una verdadera multitud, muchos jóvenes y mujeres, familias con los niños, obreros con pancartas de las fábricas a que pertenecen, un clima de entusiasmo y fervor. Nos escribe un amigo de vieja data: “Es algo nuevo que surge, no como un reflejo del pasado, sino como un destino de futuro. El clamor que se levanta de todo ese pueblo unido es algo que hacía mucho, pero mucho tiempo que no se escuchaba. Hay que observar la cara de la gente; cuando estuvimos en la Bastille de París, y ahora en cada uno de esos mitines, ves una nueva savia que se abre camino, por más justicia social y más libertad. Había expresiones dormidas y no olvidadas, que resurgen con nueva fuerza”. Una crónica del acto destaca las expresiones de una vieja militante: “El discurso de Mélenchon llega al corazón, ‘lo humano en primer lugar’” (l’humain d’abord, lema de la campaña electoral). Nuestro compañero nos recomienda leer un reportaje al candidato del Front de Gauche publicado en Página/12.
Esta entrevista exclusiva del corresponsal en París, Eduardo Febbro, puede encontrarse en Internet, en la edición del 3 de abril. Mélenchon expresa: “Todo lo nuestro es nuevo. El Partido de Izquierda (que él fundó) es nuevo, el Frente de Izquierda también lo es. En realidad, he tomado mis modelos en América Latina, me he inspirado en lo que pasó allí. Por ejemplo, el Frente de Izquierda es una fórmula política que liga partidos muy diferentes. Ahora tenemos hasta ecologistas oriundos de la franja más radical (junto a los comunistas y otros partidos). Todos llegaron a encontrar cuál era su intersección común. En este caso, el modelo que puedo evocar es el Frente Amplio de Uruguay. Para mí fue una fuente de inspiración, desde hace muchos años. La revolución ciudadana es un proyecto federador, porque incluye la idea del poder ciudadano, lo que permitió hacer converger tradiciones revolucionarias muy distintas. Pues bien, esa idea la tomé de Ecuador”. (No se olvide que Rafael Correa sostiene que América Latina vive, no una época de cambios, sino un cambio de época). “La manera de enfrentar el sistema de los medios de comunicación lo tomé de Néstor y Cristina Kirchner”.
El discurso de Mélenchon en Marsella (precedido en la tribuna por el secretario nacional del PCF, Pierre Laurent) tuvo como eje lo que llamó la Francia del “mestizaje”, el papel del Mediterráneo, el rechazo a “la teoría paranoica del choque de civilizaciones”, la fraternidad hacia los inmigrantes, el saludo a “árabes y bereberes que trajeron a Europa la ciencia, las matemáticas o la medicina en tiempos de oscurantismo”. Todo esto en oposición ala política xenófoba y anti-inmigrantes del gobierno y, en particular, del Frente Nacional de Marine Le Pen. Aquí sacó a relucir sus orígenes, porque es nativo de Tánger, Marruecos.
Algunos de estos temas habían sido abordados por él, con gran amplitud, en una conferencia el 30 de marzo en el Cercle Républicain en París, centrada específicamente en el programa del Frente para una Defensa nacional soberana, en que definió a Francia como una nación universalista, y no una nación occidental, abogó por su retiro de la OTAN, se pronunció contra la política de la baronesa Ashton y Durâo Barroso, rechazó la implantación del escudo antimisiles y el bloqueo a Cuba.
Las últimas encuestas dan a Mélanchon entre el 14% y el 17%, en crecimiento, y superando a Marine Le Pen. Pierre Laurent dijo en el mitin de Marsella que el Front National, por más que corra detrás del Front de Gauche, ya no lo podrá alcanzar. Para el balotaje del 6 de mayo Sarkozy no tiene ninguna suerte: pierde por 10 puntos (55 a 45), por lo menos.
Publicado en La República, 17 de abril 2012, pág. 16
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