La negativa de invitar la República de Cuba a la Cumbre de las Américas es una concesión injustificada a las presiones imperiales de los EE. UU. América Latina transita por un proceso de recuperación de su soberanía, condición necesaria para avanzar hacia una mayor profundización de la unidad e integración de la patria grande.
Cuba es miembro de los países del ALBA y el próximo año asumirá la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Este es un hecho innegable que las derechas de todo género deben aceptar, incluyendo las del país anfitrión. El aislamiento de Cuba ya no es posible. El criminal bloqueo impuesto por la aberrante ley Helms Burton está destinado a quedar relegado al basurero de la historia junto a todas las ignominias sufridas por la expoliación colonialista.
Cartagena, cuna de la independencia de nuestra patria, será testigo del principio del fin de de todas esta historia de sumisión y vasallaje. La decorosa ausencia de la República de Ecuador y las voces de solidaridad de toda la región, sin duda prevalecerán sobre el veto y la condena contra la isla. La cumbre será un foro para reclamar la repatriación de los cinco héroes cubanos injustamente condenados por los tribunales del imperio y para exigir el fin del intervencionismo militar norteamericano en los mares del Caribe y el Plan Colombia, instrumentos diseñados para preparar las futuras agresiones hacia la hermana República Bolivariana de Venezuela.
América Latina permanece unida a pesar de la persistencia de unos pocos gobiernos aferrados al pasado colonial, y marchará en cuadro apretado para detener los planes de desestabilización de Washington en la región. La aurora ilumina el camino hacia la segunda y definitiva independencia del continente. La solidaridad con Cuba continuará siendo la bandera del antiimperialismo que crecerá con las luchas sociales y la dignidad de los pueblos.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
Bogotá D.C. Abril 12 de 2012
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