El desconocimiento por Santos de la resolución de la CIDH es un hecho grave que acentúa la tendencia aislacionista de los gobiernos colombianos en América Latina. Este acto de arrogancia no es un gesto nacionalista, es una demostración que reafirma la violación de derechos políticos esenciales del pueblo colombiano. Es un acto dictatorial y un golpe de Estado contra la ciudad. Estamos ante una batalla que comienza y que convoca a todas las fuerzas de la democracia.
El Partido Comunista colombiano condena esta manifestación de despotismo y arbitrariedad. La respuesta justa tiene que ser la movilización popular que se exprese en lo social, en lo institucional y en lo político. La presencia en las calles y la protesta popular, son indispensables. La necesidad de intensificar la campaña por un proceso que conduzca a crear las condiciones de una Asamblea Nacional Constituyente es evidente. Pero también el respaldo a la fórmula de izquierda Clara – Aida hace parte de los pasos políticos de unidad necesarios.
El pueblo colombiano está buscando el camino de una salida hacia la democracia por la vía de una paz justa, democrática y vinculada a cambios sociales que reparen las profundas desigualdades originadas en el modelo económico y social capitalista. La unidad de todas las fuerzas avanzadas, desde adentro y desde afuera del sistema político imperante es indispensable en este momento crítico, cuando el autoritarismo y la derecha intentan sellar las opciones de avance popular.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
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