Marcha Patriótica Colombia |
Por: Luis Fernandes Coordinación Nacional de la UJC (Unión de la Juventud Comunista)
La experiencia de la Unión de la Juventud Comunista en la Marcha Patriótica Colombiana.
Entre los días 21 y 23 de abril de 2012, la Unión de la Juventud Comunista (UJC) estuvo presente en el lanzamiento del Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, en Bogotá, Colombia, y en la constitución de su Consejo Patriótico Nacional. Tuvimos el honor de acompañar y participar de la concentración de diversos grupos, sectores, movimientos y organizaciones que sufren con la guerra y el terror impulsado por el propio Estado colombiano, en articulación con las demandas del imperialismo. Campesinos, trabajadores urbanos, afrodescendientes, mujeres, intelectuales, artistas y estudiantes fueron los perfiles de más de 4 mil delegados que discutían la movilización y la organización del pueblo colombiano en el intuito de la solución política al conflicto y los necesarios cambios estructurales en Colombia.
Las diversas organizaciones, movimientos y entidades que conforman la Marcha Patriótica identifican las perversas contradicciones que se están desarrollando en el contexto político y social colombiano, que presentan estructuras regidas por la intensa acumulación de riquezas en el país – con gran abundancia en recursos naturales, petróleo e industria, además de los abundantes volúmenes de dinero movidos por el narcotráfico – en contraste con la extrema desigualdad social, desempleo, altos índices de miseria en las ciudades y paupérrimos en el campo, además de la violencia contra millares de personas campesinas, indígenas y afrodescendientes.
Para mantener esta intensa acumulación al servicio de los altos lucros de las transnacionales y para garantizar la “seguridad” para las inversiones internacionales, el Estado colombiano presenta el rostro más perverso posible, el rostro del terrorismo y de la guerra declarada contra todas las formas de resistencia de pueblo. Según el periódico VOZ del Partido Comunista Colombiano, más del 80% de los funcionarios públicos son militares y aproximadamente 6,5% del PIB es destinado a gastos con la guerra. En 40 años de conflicto armado se suman más de 61 mil desaparecidos políticos en Colombia, números alarmantes aun en la historia de un continente como América Latina, donde la forma política del Estado burgués asumió innumerables fases autocráticas, esto sin contar con la existencia de más de 8 mil presos políticos actualmente en el país.
En este escenario, como narra en su canción oficial, la Marcha Patriótica sigue marchando en el sentido de enfatizar la necesidad de la solución política en Colombia en busca de la paz con amplias modificaciones estructurales en la sociedad. Esta pauta unifica los diversos movimientos, como por ejemplo, la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil), entidad que identifica que la reforma privatizadora propuesta por el gobierno Santos está sujeta a la propia manutención de la guerra en sintonía con los intereses oligárquicos y del imperialismo. Del mismo modo, los movimientos campesinos – una de las mayores victimas sociales y políticas de la guerra que asola el país – comprenden que la existencia de millares de desposeídos (o “desplazados”, como son conocidos en Colombia) solo es posible a partir de la necesidad de acumulación y expansión del capital por las multinacionales instaladas en el país.
Así, más allá de unificar las diversas pautas de lucha de los diferentes movimientos que la componen, la Marcha Patriótica se propone organizar a través de la constitución del poder popular, y es por eso que en cada región, puesto de trabajo y producción, asociaciones culturales, escuelas y universidades se establecen los Consejos Patrióticos, con el objetivo de debatir y preparar cada vez más a la población para la segundad y definitiva independencia de Colombia.
Aunque es reciente este movimiento político y social ya sufre fuerte represión y estigmatización por parte del Estado colombiano y de los grandes monopolios de comunicación: desaparecimiento de militantes, amenazas de grupos paramilitares, además de noticias y coberturas de medios de comunicación que llegan al ridículo en la tentativa de criminalizar el movimiento al reducirlo como una mera intervención de las FARC en las ciudades . En este momento que escribo, inclusive, recibimos la triste noticia del asesinato del jefe de seguridad del camarada editor del periódico VOZ, Carlos Lozano.
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Es imposible no comparar el nacimiento de la Marcha Patriótica y las estigmatizaciones que esta viene sufriendo con lo ocurrido a la Unión Patriótica (UP) en los años 90, movimiento que sufrió fuerte exterminio de los grupos paramilitares ligados al narcotráfico. Se calcula más de 5.000 asesinatos en este periodo.
En lo que toca al programa y a las aspiraciones de los movimientos y organizaciones populares reunidos en la Marcha Patriótica, observamos que hoy estés convergen con la propia propuesta de la búsqueda de solución político-social al conflicto elaborada por las FARC . Para ilustrar esta importante convergencia estratégica seleccionamos un pequeño fragmento de uno de los comunicados de las FARC:
“Cada vez que las FARC-EP hablan de paz, de soluciones políticas para las confrontaciones, de las necesidades de conversas para obtener una salida civilizada para los graves problemas sociales y políticos que originan el conflicto armado en Colombia, el coro de los apasionados por la guerra se levanta inflamado, descalificando nuestros propósitos de reconciliación. De inmediato, recaen sobre nosotros las más perversas intenciones, a penas con el intuito de insistir que la única cosa que nos cabe es el exterminio. En general, esos apasionados nunca van a la guerra y ni permiten la ida de sus hijos .”
Dejando de lado los preconceptos, comprendemos a la insurgencia armada en cuanto un producto del complejo proceso social violento, desigual y de explotación que asola todo el campo colombiano. O sea, las insurgencias armadas como las FARC, más allá de organizaciones políticas, son fruto de las propias contradicciones y demandas de las luchas sociales colombianas. Por eso, constatamos que la convergencia estratégica entre los diversos movimientos y organizaciones populares colombianas, en sus distintas formas de lucha, se centra en la tentativa de construcción de la paz a partir de las luchas sociales, o sea, la búsqueda por una paz con justicia social. No es por casualidad que estos movimientos tienen el potencial de universalizar el verdadero enemigo de la mayoría de la población colombiana: la guerra al servicio de las clases dominantes colombianas en alianza con el imperialismo.
La organización unitaria de las diversas expresiones de los trabajadores y trabajadoras colombianas hace resurgir la esperanza en la intensificación de las luchas anticapitalistas y consecuentemente antiimperialistas en nuestro continente. En el actual cuadro de hegemonía del capitalismo, aunque en crisis, a penas la articulación y la organización de las luchas de los trabajadores y sus distintas expresiones políticas y revolucionarias pueden transformar cualitativamente la correlación de fuerzas en América Latina y en el mundo. En este sentido, la Marcha Patriótica se configura como un importante ejemplo de articulación masiva y construcción de poder popular. Con todo, solo podrá avanzar con la seguridad si también cuenta con otras “marchas” de solidaridad internacional por el mundo – y es en este sentido que la UJC se hace presente en la construcción de Agenda Colombia-Brasil, movimiento que busca ampliar la divulgación de la situación política en que se encuentra el pueblo colombiano en sus múltiples formas de resistencia y violencia que vienen sufriendo en este proceso.
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Es importante resaltar que a pesar de la visible convergencia las FARC no tienen condiciones concretas de participar de la Marcha Patriótica, esto afirmado por los propios organizadores de la Marcha en innumerables entrevistas.
Anuncio de las FARC sobre la liberación de todos los prisioneros de guerra. Secretariado de las FARC, Montañas de Colombia, 26 de febrero de 2012.
Como bien formula y sintetiza una querida compañera, es nuestro deber construir “toda la solidaridad al pueblo que lucha y resiste! Que avanza en la transformación radical de las bases sociales, económicas y políticas que posibilitan la violencia! Que desea la paz, la justicia social, la emancipación humana, con fuerza, ternura, dureza y afecto!” Y es con estas bellas palabras y principios que la UJC continuará divulgando, luchando y ampliando al máximo la Marcha de solidaridad al pueblo colombiano!
* Luis Fernandes es de la Coordinación Nacional de la UJC (Unión de la Juventud Comunista)
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