Bolivia |
Es deber de LA ALIANZA REVOLUCIONARIA ANTIIMPERIALISTA pronunciarse frente a la actual situación de convulsión social que vive el país y que los últimos días ha adquirido proyecciones preocupantes. Los conflictos abarcan a muchos sectores y tienden a confluir y mantenerse en el propósito de crear un clima de desestabilización que concluya en el derrocamiento del gobierno. Esta conclusión que parece catastrofista es, sin embargo, objetiva. La historia de nuestro país, aporta datos y experiencias que deben ser tomados en cuenta. Ante todo hay que subrayar que estamos frente a un plan de dimensiones continentales. Amenaza a todos los países agrupados en ALBA y a los gobiernos democráticos y progresistas. Si Bolivia aparece como el país más afectado en el presente momento, es porque el imperialismo ha encontrado y preparado las condiciones internas que faciliten sus objetivos contrarrevolucionarios.
Los objetivos imperialistas responden a un plan hace tiempo diseñado y hoy ejecutado con toda clase de recursos que van desde la infiltración de los movimientos populares, la utilización de caretas y lenguaje populistas y de “izquierda”; la financiación directa, y la coordinación de los medios de comunicación, en su gran mayoría en manos de la derecha. El eje del actual movimiento parece el reclamo médico pidiendo la derogatoria del D.S. 1126 y siempre con el trasfondo de los marchistas del TIPNIS. A este reclamo al que se han sumado, en muchos casos artificialmente y bajo burdos pretextos, los universitarios de las facultades de medicina; algunos sectores de trabajadores e inclusive sectores sociales que no tienen interés directo en los problemas en litigio. Lo más incongruente es que han colocado a la COB, como mascarón de proa, gracias a la imposición y el chantaje revestido de un lenguaje radical y pleno de reivindicaciones imposibles de satisfacer y utilizadas ante todo de pretexto movilizador. En esta orientación contradictoria con los objetivos y misión de la clase obrera y los trabajadores juegan un repudiable papel elementos descalificados. Otro elemento muy visible es que muchas de las acciones de los grupos movilizados tienden al uso de la violencia y el recurso a acciones al margen de la legalidad.
Por todas partes surgen bloqueos y plazos fatales que están desorganizando el funcionamiento social. Se observa, asimismo, contradicciones entre autoridades de diverso nivel y ámbito que entorpecen la pronta y adecuada solución de los conflictos. Tal el caso del transporte urbano. Por último se producen marchas y contramarchas que denotan una falta de estudio y adecuada valoración para la aplicación o el planteamiento de determinados propósitos bien inspirados, pero inoportuna o inadecuadamente ejecutados. Es el caso de la ampliación del horario de trabajo médico.
Finalmente, se observa falta de información a la opinión pública acerca del origen de los conflictos. La injerencia y la intromisión imperialista debe ser denunciada con toda la firmeza del caso, desnudando los vínculos de los opositores. Es evidente que el Ejecutivo ha cometido errores de método aunque no de principio. Por esa razón la ARA, cree en la necesidad de mejorar drásticamente los métodos de trabajo y sobre todo de información al público sin olvidar ni por un instante los arteros propósitos de la derecha digitada por el imperialismo. Una vez más llamamos al pueblo, a los trabajadores del campo y la ciudad a organizarse efectivamente en la defensa del Proceso de Cambio, de la democracia amenazada y por la real profundización de los objetivos de cambio. Es la hora de la más amplia unidad de las fuerzas de izquierda, patrióticas y democráticas. Se debe superar el desorden y la anarquía imperante aun entre quienes se reclaman partidarios del proceso.
Movimiento Patriótico Endógeno Partido Comunista de Bolivia
Partido Socialista
Unión de Mujeres de Bolivia Independientes de Izquierda
Comité de Defensa del Patrimonio Nacional
La Paz, 9 de mayo de 2012
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