QUE RESPONDA EL GOBIERNO SOBRE LAS AMENAZAS
QUE CESEN LOS ULTRAJES AL PUEBLO DE ECUADOR
Por: Jaime CaycedoLa relación de Uribe con el narcoparamilitarismo es estructural. Las muertes de sindicalistas posteriores al 6 de marzo son una comprobación de la permanencia de ese vínculo. El gobierno debe una respuesta a las organizaciones humanitarias y al pueblo colombiano sobre las muertes y amenazas a defensores de los derechos humanos y sindicalistas. Obdulio Gaviria debe renunciar.
Los trofeos de guerra traídos de Ecuador producen nuevas decepciones. El pregonado cadáver del cantautor Julián Conrado resultó ser el de un ornamentador ecuatoriano. Aunque sus padres reconocieron y recuperaron los restos el general Montoya sigue afirmando de que se trata de “alias Lucho”. Caracol y varios medios ofenden a la familia cuando dan crédito a las fuentes militaristas y se refieren al ciudadano ecuatoriano como si se tratara de un subversivo. El padre de Franklin Aizaila ha dicho que los videos de “alias Lucho” nada tienen que ver con su hijo.
La dupleta Uribe-Santos ha convertido el computador de Reyes en Caja de Pandora. Día a día aparecen nuevas “pruebas”. El oso mayor fue la supuesta foto del ministro ecuatoriano Larrea con la que El Tiempo pretendió impactar a la OEA. Ahora aparece uranio ‘empobrecido’, en una vivienda miserable de Sumapaz. Como magos de circo, anuncian que interpol, la CIA y la imaginación inquisitorial, van a encontrar la prueba reina que les permita salir de la crisis de desconfianza internacional en la que metieron a Colombia. ¿Qué más quieren los señores?
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