Antropólogo de la Universidad Nacional, Magíster en Análisis Político, y Relaciones ales

martes, 24 de agosto de 2021

Las rutas inciertas de los migrantes, las estadísticas extrañas y el negocio sucio de Álvaro Uribe Vélez


Por: Alfonso Pardo Martínez
        Trino Barrantes Araya
        San José, 23 de agosto de 2021

Situémonos en un punto de la geografía de nuestra hermana República de Colombia. Desde ahí, iniciemos algunos ejercicios simples, que desde hace aproximadamente el Partido Vanguardia Popular viene denunciando, pero que las autoridades, prestan oídos sordos y lo más preocupante aún, son parte de un negocio que nadie conoce de sus sucios nudos gordianos.



Los puntos cartográficos para abordar esa ruta peligrosa del Tapón del Darién son intrincados, oscuros, selváticos, altamente peligrosos y movidos al antojo de los narcotraficantes y los agentes de la trata de humanos. (Mapa adjunto). Pero es que dichos anclajes no solo son peligrosos en la parte geográfica, sino también en los múltiples lazos humanos que sostienen esas tenebrosas y obscenas cadenas del sucio negocio de traficar con los migrantes y, obviamente, con el narcotráfico.

Por supuesto que, con estas notas introductorias, no es que desconocemos la violación del Derecho Humanitario y el compromiso y contenido solidario que debemos como personas, hombres y mujeres, y principalmente como partido de brindar a una situación de esta envergadura. El problema de los migrantes está en nuestra agenda de trabajo. Solo que esta gran tragedia del siglo XXI, en las actuales circunstancias, competen, en términos de solución, directamente, en la forma coyuntural que se expresan, a los organismos internacionales e institucionales del país. Nosotros solamente hacemos la denuncia que nos corresponde y como el CHE, brindamos la ternura a todas las personas que viven esta tragedia humana.

Es sabido, por parte de los gobiernos de Colombia, Panamá y Costa Rica, que detrás de este gran problema humano de las y los migrantes, existe una clara lógica capitalista perversa  que lucra , pues para ellos -principalmente Álvaro Uribe- los migrantes son solo una mercancía más en la cadena de la plusvalía y la ganancia.

Volvamos ahora al ejercicio geográfico y humano. Reiteremos: Turbo, Necoclí, Acandí, Capurgana, Puerto Obaldía, Caledonia y los selváticos territorios de Embera y el Darién, son parte de esa ruta, de esas hojas cartográficas que nos dañan el corazón y que duelen en el alma.

La prensa mediática esconde este trama humano. A veces, en ese lenguaje técnico, solamente se atreve a presentar algunos datos estadísticos, como si solo se tratara de números. Pero en verdad en esos territorios tan pequeños y controlados por pequeñas mafias, narcotraficantes, mercaderes de seres humanos y expresidentes, la multiplicidad de nacionalidades es impactante: haitianos, colombianos desplazados, jamaiquinos, cachurecos, escuálidos, jamaiquinos, cubanos, venezolanos, árabes, brasileños, y africanos. El ajedrez político y económico encontró exactamente las judas necesarias en ese gran tablero incierto.

Se tiene conocimiento a través de varios informantes que las condiciones de salud, no son las más favorables de la población referida. Tampoco el trato humano que se les brinda a estos grandes colectivos desplazados. Brotes de sarampión, múltiples casos de COVID-19 y otras enfermedades han sido denunciadas por organismos de Derechos Humanos, pero las oficinas de migración, de Colombia, sujeta a la ley del imperio del narcotráfico, no le importa, tal vez en sus sucios intereses, requieran limpiar con estos métodos bacteriológicos y virales a las poblaciones originarias y dejar así un gran corredor para la industria de la coca, la marihuana y no sabemos que otra hierba mágica del negocio manchado de sangre.

Los informantes nos dicen que, al interior de esos puntos geográficos, las infraestructuras paralelas forman una parte decidida de la mecánica del negocio con los migrantes. En Caledonia, los mapas de Google Earth nos muestran una gran pista para aterrizajes incontrolados. Paralelo al camino al Darién, existe una trocha con condiciones absolutamente infraestructurales que permite el traslado masivo y clandestino de muchos de los migrantes que pueden pagar su pasaje. Claro está, que a los más pobres, los más débiles económicamente, le corresponderá la travesía por el peligroso Darién. Ahí las noticias amarillistas han sido soeces en el manejo de la noticia, fotografiando cadáveres de niños, ancianos, mujeres o cuerpos en estado de descomposición, siendo presas de las aves carroñeras. Pero, por supuesto que, la esencia de este problema del siglo XXI, no lo transparentan. Véanos el segundo mapa.


 En este segundo mapa, los informantes nos dibujan lo que ellos denominan las lanzaderas. Es decir, esos puntos incontrolados por las autoridades, que saben de su existencia, pero, seguramente, también forman parte de sus negocios sucios para acreditarse una ganancia extra a sus bolsillos.

No le corresponde a nuestro Partido Vanguardia Popular ser parte de esta solución; si pudiéramos lo haríamos bajo el principio guevarista, que la solidaridad es la ternura de los pueblos. Pero más bien, nuestro interés inmediato es denunciar, poner en el tapete político nuevas variables, para que los gobiernos dejen de actuar como tontos útiles y tomen las verdaderas medidas y correctivos para solucionar este problema que no es exactamente de migrantes, si no de una gran trata humana.

Finalmente, llamamos la atención al nuevo presidente de los Estados Unidos. Le solicitamos que si en verdad quiere una solución integral al problema de los migrantes que denunciamos; dese ahora establezca un corredor humanitario aéreo, ponga al servicio de esta población vulnerable cinco aviones hércules, les evite ese tránsito doloroso por el Darién y Centroamérica y traslade de una vez por todas a los casi 32.000 migrantes a su territorio. Tal vez una acción de esa naturaleza, lo ponga en las puertas de un próximo Premio Nóbel, ya de por sí tan desprestigiado.

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