El Partido Comunista Colombiano saluda los anuncios del gobierno y las FARC del acuerdo para dar inicio a las conversaciones de paz.
Este paso, largamente esperado, es el resultado de continuados esfuerzos de las partes, con la metodología de la discreción, la identificación de coincidencias y el apoyo decisivo de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Noruega. Alienta este proceso la disposición del ELN de integrarse al mismo.
La búsqueda de la paz se manifiesta como una necesidad del desarrollo social colombiano y no solo de un momento de buena voluntad. El conflicto armado, de carácter social y político afecta duramente la vida nacional. Su escalamiento y la incorporación del Comando Sur de Estados Unidos en su direccionamiento y sistema operativo pone en riesgo la estabilidad de la región y la soberanía suramericana.
La ultraderecha con sus fuertes entronques en el poder económico, político y militar busca frustrar este nuevo intento de paz. El diálogo en medio de la guerra, en las condiciones colombianas de hoy, queda sujeto a retos y amenazas preocupantes. El cese al fuego bilateral es demanda urgente de la sociedad.
La crisis de estructura del país y la desigualdad se han agravado. No es cierto que Colombia se esté recuperando de la pobreza, los desequilibrios sociales y regionales. El modelo económico neoliberal ha sido funcional a la acumulación de capital por desposesión y se ha apuntalado con la profundización de la guerra como política permanente del Estado, la represión y criminalización de la inconformidad social.
El tema de la paz representa hoy una esperanza para grandes sectores de la población más pobre, sometida a la expropiación, la deslaboralización, el abandono estatal y el silenciamiento por parte del poder político y mediático. Las marchas y protestas populares, indígenas, campesinas, obreras y estudiantiles son, crecientemente, la expresión de un pueblo marginado de las decisiones fundamentales sobre las políticas públicas. La paz con justicia social es su exigencia. Su presencia en calles y carreteras es reclamo justo para intervenir definitoriamente en la construcción de un futuro de paz, de libertades, de derechos sociales exigibles, de democratización de la vida social y de profundización de la
democracia.
El PCC saluda a todos los sectores de la sociedad que han luchado por la paz y los derechos humanos, superando las estigmatizaciones, señalamientos, judicializaciones y maltratos.
Es necesario mantener en alto la denuncia y la vigilancia frente a las amenazas a activistas y organizaciones, y frente a las provocaciones. Es una hora de unidad, de acción común y de movilización popular.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
Comité Ejecutivo
Bogotá, septiembre 4 de 2012
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