Antropólogo de la Universidad Nacional, Magíster en Análisis Político, y Relaciones ales

jueves, 27 de septiembre de 2007

La Izquierda que Quiere el Sistema

La Izquierda que Quiere el Sistema
Desafíos Electorales de la Unidad
Por: Álvaro Vásquez

En una nota del periódico “Desde abajo”, Víctor J. Moncayo se pregunta: “¿Qué es lo que quieren del Polo?”, criticando las angustias de los publicistas oficiales en procura de que el Polo se aconducte y se porte bien. Desde otro ángulo podríamos preguntarnos ¿cuál es el tipo de izquierda que quiere el sistema?

Esta reflexión se nos ocurre sobre todo ante la avalancha de opiniones que se han volcado con motivo del debate de estos días entre diversas tendencias de la izquierda. Anteriormente, cuando los partidos tradicionales mangoneaban en el escenario político, se limitaban a descalificar las tesis revolucionarias, perseguir y hasta asesinar a los activistas populares.

Ahora, cuando el bipartidismo ha entrado en su fase terminal y Uribe está huérfano de un partido político, la burguesía, tan tarda en sus reflejos, por fin se ha dado cuenta que el Polo encarna una etapa nueva y dinámica de la lucha del pueblo, que coloca en riesgo los privilegios del bloque de poder y ha dado en la flor de aconsejar a la izquierda para que su actividad sea moderada, huya del radicalismo y se acomode a la perpetuación del capitalismo.

El punto culminante de esta pedagogía parece expresarlo la revista Semana del 17 de septiembre, al lanzar su proyecto de partido que llama “nueva izquierda” y que sería algo así como una tercera vía entre la caverna uribista y los modernizadores del Establecimiento.

A esta criatura se le atribuye desde ya la más brillante ejecutoria y se le aseguran las más altas posiciones en la estructura política. Claro, lo esencial es que moderen sus objetivos, sean funcionales al sistema y renieguen de las viejas tradiciones de la lucha popular contra el capitalismo.

Dentro de esta fauna de nuevo tipo se colocan on line un profuso espectro de gentes que vienen de diversos rumbos y que se caracterizan por sus comillas “progresismo”, por su moderación (elemento clave de la clasificación) y por su concepción de continuidad del capitalismo como última frontera de nuestra sociedad.

Para los fabricantes del engendro, que llaman de “centro izquierda”, caben no sólo dirigentes exitosos, sino algunos un tanto desvalorizados como Mockus o María Emma, a los cuales se agregan en un cóctel indigesto, auténticos exponentes del Establecimiento como Pardo Rueda, Juan C. Restrepo, Juan G. Uribe y Camilo Gómez, quienes nunca pensaron ser incluidos en esta gran liga de la invertebración.

Podríamos agregar que a los creadores del nuevo partido se les olvidó embutir a la brava en esta versión funambulesca de la izquierda a José Obdulio, Nieto Navia y Londoño Hoyos. Con ellos, quedaría completa esta lista de la recién estrenada nueva izquierda.

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