Antropólogo de la Universidad Nacional, Magíster en Análisis Político, y Relaciones ales

lunes, 20 de abril de 2015

Intervención de Jaime Caycedo, secretario general del Partido Comunista Colombiano en el acto de solidaridad con Venezuela

Jaime Caycedo, secretario general del Partido Comunista Colombiano
Foto: Luis Espinoza Morillo
En la ciudad de Bogotá se llevó a cabo el Día de Acción Mundial de Solidaridad con Venezuela, fecha que coincide con el 19 de abril cuando hace 205 años fue la Declaratoria de la Independencia de Venezuela.


Intervención de Jaime Caycedo, secretario general del Partido Comunista Colombiano


Bogotá, DC, Centro de Memoria, abril 19 de 2015.



Señor Embajador de la República Bolivariana, señores embajadores, compañeros (as) y amigos (as).


Colombia y Venezuela son dos hijas de una misma historia y portadoras de un destino común, en la Patria Grande Latinoamericana. No han podido las manos del imperio ni sus lacayos separar estas dos hermanas siamesas. Estamos condenados a la fraternidad, a la solidaridad mutua, al reconocimiento de que nuestras diferencias son parte estructural de los lazos que nos unen y que en algún momento próximo vamos a encontrar definitivamente ese espacio de confraternización que constituye nuestro ser esencial.


Los comunistas colombianos sentimos orgullo legítimo de ser bolivarianos. Nuestros partidos nacieron en los albores de las luchas obreras y populares de los años 30. Una revolucionaria venezolana, Carmen Fortul, la inolvidable Inés Martell, contribuyó a la formación marxista de centenares de jóvenes trabajadores y estudiantes en esos comienzos. Hemos saludado y admirado la vida fulgurante de Hugo Chave Frías y no nos extraña que los enemigos de los pueblos y los responsables de la guerra en nuestro país acusen a quienes batallamos por la paz de ser “castro-chavistas”.


Vivimos una situación nueva y excepcional en nuestro continente. Algunos la llaman un cambio de época. Fernando Martínez Heredia, el contemporáneo y gran filósofo cubano, ha dicho de la reciente Cumbre de las Américas: “Le hemos quitado el traspatio al imperialismo. Ya se acabó su panamericanismo, de él solo queda un cascarón vacío. El edificio secular del poder de los Estados Unidos sobre este continente se va a caer, pero no se caerá solo: hay que derribarlo. Los pueblos que se liberan a sí mismos y liberan a sus países aprenden a manejar la geopolítica, en vez de ser manejados por ella”.


Venezuela ha salido de esa Cumbre con el respaldo unánime de Latinoamérica y el Caribe pero la lucha será dura y compleja. Como colombianos defensores de la paz, de las libertades, de la democracia de los pueblos, tenemos la obligación internacionalista de resaltar el reconocimiento a Venezuela y a la Cuba de Martí y de Fidel, su generoso compromiso con la búsqueda de la paz en Colombia. Sin el, no tendríamos siquiera el espacio de poder dialogar entre connacionales para vencer las barreras del odio contrainsurgente y del exterminio de opositores de izquierda como ironía de democracia.


El Decreto Ejecutivo del Gobierno de EUA que declara Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional y a su política exterior es un atentado contra la soberanía e integridad territorial venezolanas. Las sanciones extraterritoriales son inaceptables para los estados y los pueblos del continente.


Si la paz de Colombia es la paz de América Latina y el Caribe, en Venezuela se dirime el Stalingrado de la lucha por la dignidad, la independencia, la soberanía y el derecho a vivir en paz como hermanos los latinoamericanos y caribeños y los pueblos del norte: un batalla muy dura, pero sin duda el nudo de la victoria.


¡Viva la Revolución Bolivariana!


¡Manos fuera de Venezuela!


¡Viva la unidad antimperialista de los pueblos!



Foto: Luis Espinoza Morillo


1 comentario:

  1. cada día que pasa en Colombia seguimos trabajando que llegue la rovoluccion socialista y cambios sociales en política de Colombia la trasformación la lucha nos da la razon

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