Antropólogo de la Universidad Nacional, Magíster en Análisis Político, y Relaciones ales

sábado, 3 de noviembre de 2012

Habla el sociólogo Amand Mattelart



Armand Mattelart en conversatorio con el académico e investigador Germán Rey, en la Universidad Javeriana. Foto J.C.
“La comunicación es esencial para la democracia”

El autor de “Un mundo vigilado” visitó al país para compartir con estudiantes su experiencia como investigador de la cultura y la comunicación, hablar de la política mundial y de las transformaciones democráticas que se realizan en Latinoamérica. VOZ habló con él


Juan Carlos Hurtado Fonseca

Invitado por la Pontificia Universidad Javeriana, estuvo en Colombia la semana pasada el sociólogo e investigador de la comunicación, Armand Mattelart. Con estudiantes, académicos, e investigadores, habló de su obra, de los estudios culturales en América Latina y hasta de la crisis económica en la Unión Europea.

El investigador es autor de conocidos textos como Para leer al pato Donald, un clásico de la literatura política en los años 70; del que aseguró que al contextualizarlos, varios de sus capítulos tendrían vigencia. También es autor de libros como Los medios de comunicación en tiempos de crisis, América Latina en la encrucijada telemática, ¿La cultura contra la democracia?, Pensar sobre los medios: Comunicación y crítica social, entre otros. Su último trabajo es Un mundo vigilado.

Con Allende

Luego de doctorarse en sociología en la Universidad de Lovaina, Bélgica, en 1960; llegó a Chile en 1962, país donde estuvo hasta 1973 cuando tuvo que salir exiliado a Francia perseguido por la dictadura militar.

En una de sus conferencias la semana pasada aseguró que cuando inició estudios en comunicación en Chile entendió que las teorías con las que se contaba en ese tiempo, negaban la historia de los pueblos latinoamericanos, como las de los oprimidos. La noción que tenía de desarrollo, de difusión, era contradictoria con la idea de emancipación.

“La elección de Salvador Allende nos llevó a una zona ciega en el propio pensamiento progresista, ‘¿qué hacer con los medios?’ Los tres años de la Unidad Popular fueron de experimento tanto a nivel de los estudios de descodificación, desmitificación. Es en ese momento que inicia la reflexión sobre lo que ustedes llaman en América Latina la ciudadanización de los medios de comunicación”, comentó el profesor Mattelart para explicar algunos motivos que lo inclinaron a determinadas investigaciones sobre imperialismo cultural.

Medios sin control

Según Armand Mattelart, el proceso chileno es el único que se reclamaba socialista y que luchó en el espacio del pluralismo de las voces; la pluralidad también de los medios concentrados. “Una lección para la historia es que Allende no hizo nada para controlar a los medios de comunicación. Fue duro ver que ellos transformaron la libertad de prensa, de expresión, en una libertad de sedición directamente y usaron sus masas para golpear al gobierno popular. Los que participamos en el proceso nunca se nos ocurrió otra actitud y el precio pagado fue muy duro”, comentó el profesor.

Acerca de la discusión y las contradicciones que se presentan con las grandes empresas periodísticas, en varios países latinoamericanos, expresó que el hecho de que hayan planteado un estatuto para los medios es importante porque participan de un despertar –aunque se esté de acuerdo o no-, de una toma de conciencia global de que los medios no pueden seguir siendo monopolios comerciales, ni de Estado. “También hay que ver la aprobación de la ley audiovisual en Argentina, la lucha de los periodistas brasileños para conseguir una regulación de las televisiones privadas y la posibilidad de radios y televisiones comunitarias con la digitalización. Son momentos importantes para América Latina”, anotó.

Momento histórico

VOZ dialogó con el investigador para que entregara su punto de vista sobre la manera de cubrir desde los medios de comunicación, el actual proceso de paz colombiano.

- Ustedes los intelectuales, desde Europa, ¿cómo  ven lo que está pasando en Colombia?

- Para mí que no vivo en Colombia y que leo los diarios de afuera, los cables de información, etcétera, es un momento importante; el de la paz. Es fundamental, es un momento histórico.

- En Colombia los grandes medios de comunicación ya tienen una agenda en el cubrimiento del proceso de paz, para sabotearlo, atacarlo y dar a entender que debe ser un acto de rendición y entrega de la insurgencia. ¿Cómo la prensa alternativa e independiente debe enfrentarse al reto de hacer algo diferente?

- Es el deber de la prensa alternativa, pero también de los propios medios dominantes. Si seguimos con visiones bipolares no se puede llegar a la paz. El problema es cambiar a representaciones que no sean bipolares. Eso es todo un aprendizaje, es el aprendizaje democrático. Es evidente que durante años hubo representaciones que son la radicalización de la bipolarización. Si esto no se cambia no hay posibilidad de entenderse.

- Pero eso es algo que no será acogido por las grandes empresas periodísticas que tienen intereses económicos, contrapuestos a un proceso como lo plantea la insurgencia.

- Si claro. El problema es que no es cuestión únicamente de los medios, son las instituciones, la educación. Usted no puede remitirse únicamente a los medios, es una cuestión de toda la sociedad. La educación es fundamental. No se puede pasar a la paz sin interrogar las representaciones que hubo ante ambos bandos.

- En ese sentido, ¿cómo deben ser los lenguajes y las narrativas a utilizar para hablar sobre el proceso de paz?

- No tengo fórmulas y como vengo de afuera no puedo responder bien lo que me dice. Yo le creo. Es normal que todavía en esta fase haya un lenguaje que se ha favorecido, el que no es conciliable con un proceso de negociación.

-¿Cómo ve las discusiones sobre libertad de prensa en Latinoamérica en el contexto de los cambios políticos que se desarrollan, donde la izquierda es protagonista?

- América Latina está en un momento importante, donde la ciudadanía está tomando conciencia de la importancia de los medios en la creación de una opinión y en el desfase entre sus necesidades y lo que expresan los medios. Es evidente que se discute el punto de la libertad de empresa, muchas veces confundido con libertad de prensa. Algo normal en la medida que la conciencia ciudadana está reclamando otras formas de comunicación.

Pienso que la izquierda latinoamericana es múltiple. Y en muchos sectores hay una reflexión sobre las estrategias de comunicación y sobre la democratización de la comunicación. Eso es un cambio radical con lo que vivimos en los 60 y 70. Creo que hay una toma de conciencia de que la comunicación es un factor esencial de construcción de una verdadera democracia.

Entresacado: “Una lección para la historia es que Allende no hizo nada para controlar a los medios de comunicación”

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