Antropólogo de la Universidad Nacional, Magíster en Análisis Político, y Relaciones ales

miércoles, 17 de diciembre de 2008

El Polo y la elección de Procurador


JAIME CAYCEDO TURRIAGO
SECRETARIO GENERAL DEL PCC,
DIRIGENTE DEL PDA Y CONCEJAL DE BOGOTÁ



La elección de Procurador ha prendido las alarmas de las bases del Polo sobre las consecuencias de los vaivenes políticos de un sector de la bancada del Senado. Vistas las cosas desde un punto de vista general, se regresa al acuerdo con la ultraderecha como si esa fuera la garantía para alcanzar la convivencia,el respeto por las libertades y,en últimas, la paz. Según este enfoque, las posiciones de principio resultan ser sectarismo y la mejor amplitud del Polo consiste en apoyar a exponentes del ala más recalcitrante del uribismo, a cambio de gabelas burocráticas. Más que calificar esta conducta proponemos algunas reflexiones.


En vísperas del Segundo Congreso, bien vale la pena recordar que la unidad del Polo exige un gran acuerdo político sobre sus propuestas,sus posiciones, sus métodos de trabajo. El referente básico son los compromisos ya establecidos,entre los que descuella el Ideario y el espíritu de disciplina democrática que inspiran sus estatutos. Ahora bien, lo esencial,en la coyuntura, es la actitud frente al tema del poder, en la perspectiva presidencial de2010. Los componentes de una posición al respecto tienen que ver con las propuestas frente ala crisis capitalista, el resquebrajamiento del régimen y la solución política para la superación de la guerra interior.


Los cambios en la disposición de lucha del pueblo trabajador son los nuevos determinantes de la posición de la izquierda. La apertura a los acuerdos con otras fuerzas está mediada por la postura programática del Polo ante el desastre económico, la crisis política y el pantano de la contrainsurgencia. Desde la dinámica de la lucha popular la conducta de la izquierda no apunta a la conciliación sino a la alternativa. El país reclama agritos un cambio de rumbo y mira al Polo como una salida.

Por eso, pretender avanzar con la mirada puesta hacia atrás, con las fórmulas que permitieron resolver problemas en el pasado, no es solución hoy. El Polo tiene el sagrado compromiso de consolidar su unidad, diversa y rica,pero, a la vez, firme y dinámica,como una precondición. Su capacidad de confrontar el continuismo guerrerista y antidemocrático va a depender, además, de su acercamiento a las fuerzas en lucha, desde la Minga indígena, los trabajadores precarizados,los nuevos desempleados,la juventud estudiantil y las corrientes políticas sensibles o marcadas por el compromiso con una salida democrática, popular y civilista a la crisis nacional.

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